En los Tribunales
La abogacía criminal tiene como primordial enfoque la defensa de las garantías constitucionales de todo el ciudadano, celando por la tutela de la dignidad humana, combatiendo toda suerte de arbitrariedades y, sobre todo, el error judicial. La condena criminal de un inocente es el mayor drama de la Justicia de los hombres.
Esa lucha ha sido más intensa que nunca porque el Derecho Penal, en Brasil, se expandió los últimos años de forma expresiva, permeando toda suerte de conflictos humanos. Muchas interrogantes que, en el pasado, se limitaban a las esferas civiles y administrativa, ahora también constituyen crímenes.
Por eso es por lo que se afirma, comúnmente, que cualquier uno, por más correcto y liberado que sea, algún día puede necesitar de un abogado criminalista, sea para defenderse, sea para acusar quién el victimó.
Nuestra oficina viene acompañando, desde 1935, esos cambios, actuando, hoy, en diversos nichos comprendidos por el Derecho Penal, sea como defensores, sea cómo asistentes del Ministerio Público, citándose: |
Actuaciones corporativas/empresarial:
- derecho penal tributario;
- medioambiente y loteos;
- mercado de capitales;
- libertad de movimiento financiero;
- sistema financiero nacional;
- bolsa de valores;
- falencias;
- importaciones / exportaciones;
- competencia desleal y propiedad intelectual;
- medioambiente;
- licitaciones públicas;
- desvío de conductas de colaboradores;
- consumidor; etc. |
Personas física:
- atentados a la vida y a la integridad física;
- relaciones conjúgales (Ley Maria da Penha);
- crímenes en el tráfico;
- atentados a la honra y a la libertad de expresión;
- delitos contra el patrimonio, sin violencia;
- crímenes contra las libertades individuales;
- crímenes envolviendo la protección de personas en situación de fragilidad como menores, enfermos y ancianos;
- cuestiones envolviendo tóxicos, en casos de usuario;
- crímenes envolviendo internet.
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